¿Qué posibilidades hay de contraer la enfermedad de las vacas locas?
La EEB se identificó por primera vez en el Reino Unido en 1986. El brote estuvo relacionado con el uso de harina de carne y huesos, elaborada a partir de restos de ganado vacuno y otros animales, como suplemento proteico en la alimentación del ganado. La enfermedad se extendió rápidamente a otros países de Europa y más allá.
La incidencia de la EEB ha disminuido significativamente desde la introducción de controles sobre el uso de harinas de carne y huesos en la alimentación del ganado. En el Reino Unido, por ejemplo, el número de casos de EEB cayó de más de 37.000 en 1992 a solo 1 en 2016.
Sin embargo, el riesgo de EEB no se ha eliminado por completo. La enfermedad aún puede transmitirse mediante el consumo de carne u otros productos animales contaminados. El riesgo es mayor para las personas que viven en países donde todavía prevalece la EEB o que viajan a esos países.
Los síntomas de la EEB pueden incluir cambios de comportamiento, como agresión o depresión, dificultad para caminar y pérdida de peso. La enfermedad también puede causar demencia y otros problemas neurológicos.
No existe cura para la EEB. La enfermedad siempre es fatal.
La mejor manera de prevenir la EEB es evitar comer carne u otros productos animales que puedan estar contaminados con la enfermedad. Esto incluye carne de vacuno y otros productos ganaderos de países donde prevalece la EEB. También incluye la carne de caza de ciervos y otros animales que puedan haber estado en contacto con ganado infectado.
Si le preocupa el riesgo de EEB, debe hablar con su médico.