¿Enfermedades como consecuencia de los huracanes?
- El agua contaminada y los sistemas de saneamiento alterados pueden provocar brotes de enfermedades diarreicas, como el cólera, la shigelosis y el rotavirus. Estas enfermedades pueden provocar deshidratación grave, desnutrición e incluso la muerte, especialmente en niños y ancianos.
Infecciones respiratorias
- El agua estancada y los escombros de los huracanes pueden ser caldos de cultivo para los mosquitos, que pueden transmitir enfermedades como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla. Estas enfermedades pueden causar fiebre, escalofríos, dolores musculares y de cabeza, y pueden poner en peligro la vida en casos graves.
Infecciones de la piel
- Las heridas abiertas y los cortes pueden infectarse, especialmente en condiciones insalubres después de un huracán. Las infecciones bacterianas, como la celulitis y la fascitis necrotizante, pueden ser graves e incluso poner en peligro la vida.
Meningitis
- La meningitis es una infección grave de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Puede ser causada por bacterias o virus y puede provocar problemas neurológicos graves, como daño cerebral y pérdida de audición. La meningitis puede ocurrir en epidemias, particularmente en condiciones de hacinamiento e insalubres después de un huracán.
Tétanos
- El tétanos es una infección bacteriana que provoca espasmos musculares y rigidez y puede ser mortal si no se trata. Por lo general, es causada por heridas contaminadas y puede ocurrir después de un huracán, cuando las personas pueden resultar heridas por escombros u objetos contaminados.
Leptospirosis
- La leptospirosis es una infección bacteriana que puede provocar una amplia gama de síntomas, como fiebre, escalofríos, dolores musculares, dolores de cabeza y vómitos. Se transmite por contacto con agua o suelo contaminados y puede ocurrir después de huracanes.
Otras infecciones
- Otras infecciones que pueden ocurrir después de un huracán incluyen fiebre tifoidea, hepatitis A y tuberculosis. Estas infecciones pueden transmitirse a través de agua contaminada, alimentos o contacto con personas infectadas y pueden causar una variedad de síntomas y complicaciones de salud.