¿Qué tan peligrosa es la peste bubónica?
La peste bubónica se caracteriza por la formación de ganglios linfáticos inflamados y sensibles, conocidos como bubones, que suelen aparecer en las axilas, la ingle o el cuello. Otros síntomas incluyen fiebre, escalofríos, debilidad, dolores musculares y náuseas. En casos graves, la peste puede extenderse al torrente sanguíneo, provocando peste septicémica, o a los pulmones, provocando peste neumónica.
La peste bubónica se puede tratar con antibióticos, pero el diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para prevenir complicaciones graves y la muerte. La tasa de mortalidad de la peste bubónica no tratada es de alrededor del 30%, mientras que la tasa de mortalidad de la peste septicémica y neumónica puede llegar al 50% o más.
Prevenir la peste bubónica implica evitar el contacto con pulgas, roedores y animales infectados, así como practicar una buena higiene y saneamiento. Esto incluye usar ropa protectora al manipular animales potencialmente infectados, usar repelente de insectos y evitar el contacto con áreas infestadas de pulgas.