¿Qué es la cistitis intersticial?
Los síntomas de la CI pueden variar de persona a persona y pueden incluir:
- Dolor pélvico crónico o presión en la vejiga y la parte inferior del abdomen.
- Micción frecuente, tanto de día como de noche (urgencia)
- Dolor al orinar (disuria)
- Espasmos de la vejiga
- Sensación de no vaciar completamente la vejiga.
- Sensibilidad suprapúbica (dolor en la zona situada encima del hueso púbico)
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor que empeora durante la menstruación o la ovulación.
- Fatiga
- Dificultad para dormir
- Cambios de humor, como ansiedad y depresión.
El diagnóstico de CI implica una combinación de antecedentes médicos, examen físico, análisis de orina, urocultivo, cistoscopia (un procedimiento en el que se inserta una cámara delgada en la vejiga) y biopsias de la vejiga.
El tratamiento para la CI puede incluir una combinación de medicamentos, cambios en el estilo de vida y terapias conductuales. Los medicamentos comúnmente utilizados para tratar la CI incluyen:
- Pentosán polisulfato de sodio (Elmiron):un medicamento oral que ayuda a proteger el revestimiento de la vejiga.
- Dimetilsulfóxido (DMSO):una solución que se instila directamente en la vejiga
- Ácido hialurónico (Cystistat):una solución que ayuda a recubrir y proteger el revestimiento de la vejiga.
- Anticolinérgicos:Medicamentos que relajan los músculos de la vejiga.
- Antidepresivos tricíclicos:Medicamentos que pueden aliviar el dolor y los síntomas urinarios.
- Antiinflamatorios no esteroides (AINE):Medicamentos que reducen la inflamación y alivian el dolor.
Los cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a controlar los síntomas de la CI incluyen:
- Evitar ciertos alimentos y bebidas, como alimentos picantes y ácidos, cafeína y alcohol.
- Manejar el estrés
- Ejercicios para los músculos del suelo pélvico.
- Técnicas de entrenamiento de la vejiga.
- Baños calientes
- Estiramientos y ejercicio suaves.
Las terapias conductuales, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), también pueden ser útiles para controlar el dolor y mejorar la calidad de vida.
La cistitis intersticial puede ser una afección difícil de controlar, pero muchas personas encuentran alivio a través de un enfoque de tratamiento personalizado que combina medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y técnicas de comportamiento.