¿Qué sucede cuando se suspende la diálisis renal?

Detener la diálisis renal puede tener consecuencias graves y, en última instancia, provocar la muerte si no se aborda de inmediato. Esto es lo que sucede cuando se suspende la diálisis renal:

1. Acumulación de desechos y toxinas :La función principal de los riñones es filtrar los productos de desecho, el exceso de líquidos y electrolitos de la sangre. Sin diálisis, estas sustancias se acumulan en el torrente sanguíneo, provocando una afección conocida como uremia.

2. Desequilibrios electrolíticos :La diálisis ayuda a regular los niveles de electrolitos, como potasio, sodio y bicarbonato, en el cuerpo. Sin diálisis, pueden ocurrir desequilibrios electrolíticos que afectan la función de varios órganos y sistemas.

3. Sobrecarga de líquidos :La diálisis elimina el exceso de líquidos del cuerpo. Cuando se detiene la diálisis, el equilibrio de líquidos del cuerpo se altera, lo que provoca retención de líquidos e hinchazón en las extremidades, los pulmones y otros órganos.

4. Hipertensión (presión arterial alta) :La diálisis ayuda a controlar la presión arterial eliminando el exceso de líquidos y sodio del cuerpo. Detener la diálisis puede provocar un aumento de la presión arterial, lo que sobrecarga el corazón y otros órganos.

5. Anemia :La diálisis ayuda a estimular la producción de glóbulos rojos mediante la liberación de eritropoyetina. Sin diálisis, la producción de glóbulos rojos disminuye, lo que provoca anemia y síntomas como fatiga, debilidad y dificultad para respirar.

6. Acidosis metabólica :La diálisis ayuda a mantener el equilibrio ácido-base del cuerpo. Cuando se interrumpe la diálisis, la capacidad de los riñones para regular los niveles de pH se ve comprometida, lo que provoca acidosis metabólica, donde la sangre se vuelve demasiado ácida.

7. Complicaciones cardiovasculares :La acumulación de toxinas y la sobrecarga de líquidos pueden forzar el corazón, aumentando el riesgo de insuficiencia cardíaca, arritmias y otros problemas cardiovasculares.

8. Problemas neurológicos :Los altos niveles de toxinas y los desequilibrios de electrolitos pueden afectar la función cerebral y provocar confusión, convulsiones y otras complicaciones neurológicas.

9. Fallo multiorgánico :El cese prolongado de la diálisis puede provocar disfunción y fallo de múltiples órganos, incluido daño al hígado, los pulmones, el corazón y el cerebro.

10. Muerte :Si no se reanuda la diálisis renal o no se inicia rápidamente una terapia alternativa, las toxinas acumuladas y las complicaciones pueden eventualmente provocar la muerte.

Es importante comprender que la diálisis renal suele ser un tratamiento de por vida para personas con enfermedad renal terminal (ESRD). No se recomienda suspender la diálisis sin la supervisión médica adecuada y solo debe considerarse en circunstancias excepcionales bajo la supervisión de un profesional de la salud.