Es poco probable que un cálculo renal de 0,7 metros (70 centímetros) pueda expulsarse sin cirugía. Se trataría de un cálculo excepcionalmente grande, mucho más grande que el tamaño típico de un cálculo renal, que suele oscilar entre unos pocos milímetros y unos pocos centímetros. Un cálculo de este tamaño probablemente causaría una obstrucción y daño significativo al riñón y requeriría intervención médica.