¿Qué es el stent en la cirugía de cálculos renales?

En la cirugía de cálculos renales, un stent es un tubo pequeño y flexible que se inserta en el uréter, que es el tubo que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga. El stent se utiliza para mantener el uréter abierto y permitir que la orina fluya adecuadamente mientras se trata o extrae el cálculo.

Existen diferentes tipos de stents que se pueden utilizar para la cirugía de cálculos renales. El tipo más común se llama stent "doble J" porque tiene una curva en forma de J en cada extremo. Los extremos del stent se colocan en el riñón y la vejiga, y el stent forma una U a través del uréter. Esto mantiene el uréter abierto y permite que la orina fluya a través del cálculo.

Otros tipos de stents incluyen los stents con balón, que se expanden cuando se inflan, y los stents filiformes, que son muy delgados y se utilizan para evitar cálculos pequeños. El tipo de stent que se utilice dependerá del tamaño, la ubicación y la forma del cálculo renal.

Los stents generalmente se insertan durante una cistoscopia, que es un procedimiento en el que se inserta una pequeña cámara en la uretra y la vejiga. Luego se pasa el stent a través del cistoscopio hasta el uréter. El procedimiento suele durar sólo unos minutos y normalmente se realiza de forma ambulatoria.

Los stents pueden causar algunas molestias, como dolor en el costado o abdomen, además de micción frecuente y sensación de ardor al orinar. Por lo general, el stent se deja colocado durante algunas semanas o meses, hasta que el cálculo renal se haya tratado o eliminado por completo.