¿Qué es el peristaltismo y qué lo desencadena?
¿Qué desencadena el peristaltismo?
La peristalsis es provocada por varios factores, que incluyen:
1. Distensión: El estiramiento del tracto digestivo, como cuando los alimentos ingresan al esófago o al estómago, puede estimular las ondas peristálticas. Este estiramiento activa células especializadas llamadas receptores de estiramiento, que envían señales al sistema nervioso.
2. Reflejos neuronales: El sistema nervioso, particularmente el sistema nervioso entérico, controla y coordina el peristaltismo. Los nervios del tracto digestivo detectan la presencia de alimentos u otras sustancias e inician contracciones peristálticas.
3. Hormonas: Ciertas hormonas, como la gastrina y la colecistoquinina, también pueden estimular el peristaltismo. Estas hormonas se liberan en respuesta a la presencia de alimentos en el tracto digestivo y mejoran el movimiento de los alimentos a través del sistema.
4. Actividad eléctrica: Las células del músculo liso del tracto digestivo tienen propiedades eléctricas intrínsecas que generan contracciones rítmicas. Estos impulsos eléctricos se propagan a lo largo de las fibras musculares, provocando que se contraigan y relajen de forma coordinada.
Peristáltico en el sistema digestivo
En el sistema digestivo, la peristalsis comienza en el esófago, donde ayuda a mover los alimentos desde la boca hasta el estómago. Continúa en el estómago, donde ayuda a mezclar los alimentos con los jugos digestivos y a descomponerlos en partículas más pequeñas. Más adelante a lo largo del tracto digestivo, la peristalsis impulsa los alimentos a través del intestino delgado, donde se absorben los nutrientes y los materiales de desecho se transportan al intestino grueso.
La peristalsis asegura una digestión y absorción eficiente de nutrientes, así como la eliminación de productos de desecho del cuerpo. Su correcto funcionamiento es esencial para la salud y el bienestar digestivo general. Las disfunciones o anomalías en la peristalsis, como contracciones deficientes o espasmos musculares, pueden provocar diversos problemas digestivos, como estreñimiento, diarrea y acidez de estómago.