¿Cuándo bajan los niveles de glucosa en sangre del hígado?

Cuando los niveles de glucosa en sangre caen, el hígado desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la homeostasis de la glucosa al liberar la glucosa almacenada en el torrente sanguíneo. Este proceso se conoce como gluconeogénesis hepática. A continuación se ofrece una descripción general de lo que sucede en el hígado cuando los niveles de glucosa en sangre disminuyen:

1. Detección de glucosa: Las células especializadas del hígado, llamadas hepatocitos, pueden detectar cambios en los niveles de glucosa en sangre. Cuando la glucosa en sangre cae por debajo de cierto umbral, se desencadena una cascada de respuestas hormonales y metabólicas.

2. Señales hormonales: La disminución de la glucosa en sangre estimula la liberación de varias hormonas, entre ellas el glucagón, la epinefrina (adrenalina) y el cortisol. Estas hormonas le indican al hígado que inicie la gluconeogénesis.

3. Desglose del glucógeno: El hígado almacena glucosa en forma de glucógeno mediante un proceso llamado glucogénesis. Cuando los niveles de glucosa en sangre bajan, el hígado descompone el glucógeno en glucosa-1-fosfato (G1P) mediante un proceso llamado glucogenólisis.

4. Gluconeogénesis: En la gluconeogénesis, el hígado sintetiza nuevas moléculas de glucosa a partir de fuentes distintas de los carbohidratos, como aminoácidos, lactato y glicerol. La gluconeogénesis implica varias reacciones enzimáticas que convierten estos precursores en G1P, que luego puede convertirse en glucosa.

5. Liberación de glucosa: Una vez que la glucosa se produce en el hígado mediante gluconeogénesis o glucogenólisis, se libera al torrente sanguíneo. Esto ayuda a elevar los niveles de glucosa en sangre y restaurar la homeostasis de la glucosa.

La capacidad del hígado para liberar glucosa a través de la glucogenólisis y la gluconeogénesis es esencial para prevenir la hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre). Estos procesos aseguran un suministro continuo de glucosa a las células del cuerpo, particularmente aquellas que dependen en gran medida de la glucosa para obtener energía, como el cerebro y los glóbulos rojos.