¿Qué son los músculos voluntarios y los músculos involuntarios?

Los músculos voluntarios, también conocidos como músculos esqueléticos, son aquellos que podemos controlar conscientemente. Podemos decidir cuándo mover o flexionar una parte concreta de nuestro cuerpo a través de músculos voluntarios. Suelen estar conectados a nuestro esqueleto y son responsables de nuestra gama de movimientos, como caminar, escribir, levantar objetos, etc.

En cambio, los músculos involuntarios o músculos lisos trabajan independientemente de nuestro control. Carecemos de influencia directa sobre cómo y cuándo se contraen o relajan. Estos músculos forman parte de varios órganos internos como el estómago, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los intestinos, la vejiga, etc. Los músculos involuntarios aseguran tareas importantes, incluido el bombeo de sangre por el corazón, los movimientos peristálticos a lo largo del tracto digestivo, la contracción de vías respiratorias y regular el tamaño de la pupila según las condiciones de luz.