¿Qué causa que un músculo pierda su capacidad de contracción?

Varios factores pueden hacer que un músculo pierda su capacidad de contraerse, lo que también se conoce como debilidad o parálisis muscular. Aquí hay algunas causas comunes:

1. Daño a los nervios: El daño a los nervios que controlan el movimiento de los músculos puede interrumpir la comunicación entre el cerebro y el músculo, provocando debilidad o parálisis muscular. Esto puede ocurrir debido a diversas afecciones, como lesiones de la médula espinal, compresión nerviosa, síndrome de Guillain-Barré, esclerosis múltiple o neuropatía periférica.

2. Distrofias musculares: Las distrofias musculares son un grupo de trastornos genéticos que causan debilidad y degeneración muscular progresiva. Estos trastornos afectan las proteínas responsables de la estructura y función de los músculos, lo que provoca daño muscular y pérdida de la función contráctil.

3. Miastenia grave: La miastenia gravis es un trastorno autoinmune que afecta la comunicación entre nervios y músculos. Conduce a debilidad muscular que empeora con la actividad repetida y mejora con el reposo.

4. Accidente cerebrovascular: Un derrame cerebral ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, lo que provoca daño cerebral. Dependiendo de la ubicación del daño, un derrame cerebral puede causar parálisis o debilidad en un lado del cuerpo, incluidos los músculos.

5. Desequilibrios de electrolitos: Los niveles anormales de electrolitos como potasio, calcio y magnesio pueden interferir con la función muscular y provocar debilidad o parálisis muscular.

6. Miopatía por enfermedad crítica: Los pacientes críticamente enfermos pueden desarrollar debilidad muscular debido a la inmovilidad prolongada, inflamación y alteraciones electrolíticas. Esta condición se conoce como miopatía por enfermedad crítica.

7. Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, incluidos los relajantes musculares, los sedantes y ciertos antibióticos, pueden causar debilidad muscular como efecto secundario.

8. Infecciones: Algunas infecciones virales y bacterianas, como la poliomielitis (polio), pueden dañar directamente las fibras musculares o los nervios que las controlan, provocando debilidad muscular o parálisis.

9. Desnutrición: La desnutrición proteico-calórica grave puede provocar atrofia y debilidad muscular.

10. Trastornos endocrinos: Los desequilibrios hormonales, como el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing o la enfermedad de Addison, pueden afectar la función muscular y provocar debilidad.

11. Exposiciones tóxicas: La exposición a ciertas toxinas, incluidos metales pesados ​​como el plomo o el mercurio, puede provocar daño y debilidad muscular.

12. Trastornos autoinmunes: Ciertas afecciones autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, pueden implicar inflamación y debilidad muscular.

13. Atrofia muscular: El desuso prolongado o la inmovilización de los músculos, como en el caso de un yeso en una extremidad, puede provocar atrofia y debilidad muscular.

Es esencial consultar a un profesional de la salud para una evaluación y un diagnóstico adecuados si experimenta debilidad o parálisis muscular inexplicable. La causa subyacente determinará el tratamiento y las intervenciones adecuadas.