¿Cómo se diagnostica la difteria?
1. Síntomas clínicos:
- Los profesionales sanitarios consideran un diagnóstico de difteria basándose en síntomas como dolor de garganta, dificultad para tragar, ronquera y una membrana gruesa de color grisáceo que cubre la parte posterior de la garganta (pseudomembrana).
2. Cultura de la garganta:
- Se toma un hisopo de garganta para recolectar una muestra de secreciones de la parte posterior de la garganta.
- Luego la muestra se envía a un laboratorio para su cultivo y análisis.
3. Pruebas de Laboratorio:
- El cultivo de garganta se incuba y se examina para detectar la presencia de Corynebacterium diphtheriae, la bacteria que causa la difteria.
- Para identificar las bacterias se utilizan pruebas de laboratorio específicas, como la tinción de Gram y el cultivo.
4. Pruebas de toxinas:
- Si se identifica C. diphtheriae en el cultivo de garganta, se realizan más pruebas para determinar si la bacteria está produciendo la toxina diftérica.
- Esto se realiza mediante una prueba de neutralización de toxinas o reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detectar el gen de la toxina.
5. Pruebas adicionales:
- En algunos casos se podrán realizar pruebas adicionales, como por ejemplo:
- Análisis de sangre para comprobar la presencia de anticuerpos contra la toxina diftérica (serología).
- Radiografía de tórax para evaluar el alcance de la infección y buscar complicaciones como neumonía.
Es importante tener en cuenta que la difteria se puede confundir con otras enfermedades que causan síntomas similares, como la amigdalitis o la faringitis estreptocócica. Por lo tanto, un diagnóstico preciso requiere criterio clínico, pruebas de laboratorio y, en ocasiones, consulta con especialistas en enfermedades infecciosas.