La obesidad y el estrés son factores de riesgo confirmados para la enfermedad coronaria.
Verdadero. La obesidad y el estrés son factores de riesgo bien establecidos de enfermedad coronaria (CHD). La obesidad, caracterizada por una acumulación excesiva de grasa corporal, se asocia con diversas anomalías metabólicas y cardiovasculares, como aumento de la presión arterial, niveles elevados de colesterol y resistencia a la insulina. Estos factores contribuyen al desarrollo y progresión de la enfermedad coronaria. De manera similar, el estrés crónico, a menudo desencadenado por factores estresantes psicológicos, emocionales o físicos, puede provocar la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, que pueden aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la inflamación. Con el tiempo, estos cambios inducidos por el estrés pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad coronaria.