Al realizar un masaje en una extremidad lesionada, generalmente se debe comenzar trabajando en el tejido sano que rodea el área lesionada. Esto puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y la circulación en el área lesionada, así como a reducir el dolor y la hinchazón. Evite aplicar presión directamente sobre la lesión, ya que esto puede causar daños mayores.