¿Qué haces si tu dedo no deja de sangrar?
1. Detener el sangrado: Aplique presión directa sobre la herida con un paño limpio o una venda. Mantenga la presión firme y continua durante varios minutos hasta que se detenga el sangrado.
2. Eleva tu mano: Levante la mano lesionada por encima del nivel de su corazón. Esto ayuda a reducir el flujo sanguíneo al área y puede retardar el sangrado.
3. Aplica hielo: Coloque una bolsa de hielo o una compresa fría envuelta en un paño sobre la herida. Esto ayuda a contraer los vasos sanguíneos y también puede reducir el dolor y la hinchazón.
4. Mantenlo limpio: Lave la herida con agua y jabón suave para prevenir infecciones. Séquelo con una toalla limpia y aplique una venda limpia.
5. Considere la posibilidad de utilizar un torniquete: Si el sangrado es intenso y no se detiene con los pasos anteriores, considere aplicar un torniquete sobre la herida para detener temporalmente el flujo sanguíneo. Asegúrese de que el torniquete no esté demasiado apretado y aflójelo cada 15 a 20 minutos para evitar daños al tejido.
Buscar ayuda médica:
Si el sangrado no se detiene o si la herida es profunda o extensa, busque atención médica de inmediato. Un profesional de la salud puede evaluar adecuadamente la herida, limpiarla a fondo y brindar el tratamiento adecuado para detener el sangrado y prevenir la infección. También pueden usar suturas, puntos u otras técnicas para cerrar la herida.
Recuerde, si el sangrado es intenso o no se detiene con los primeros auxilios iniciales, es importante buscar asistencia médica profesional lo antes posible para asegurar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.