¿Cómo se puede ayudar al cliente con neumonía a respirar más fácilmente y estar cómodo?
Oxigenoterapia: Administrar oxígeno según lo prescrito para mejorar la oxigenación.
Hidratación: Fomente la ingesta adecuada de líquidos para ayudar a diluir las secreciones y facilitar la tos.
Tos y respiración profunda: Enseñe y anime al cliente a realizar ejercicios de respiración profunda y técnicas de tos efectivas para eliminar las secreciones.
Descanso: Crear un ambiente tranquilo y relajante para favorecer la relajación y reducir el gasto energético.
Nutrición: Proporcionar una dieta bien equilibrada con suficientes calorías y líquidos.
Manejo del dolor: Administre analgésicos según lo prescrito para aliviar las molestias y mejorar la respiración.
Espirometría de incentivo: Utilice espirometría incentivada para estimular la respiración profunda y expandir los volúmenes pulmonares.
Broncodilatadores: Administre broncodilatadores, según lo prescrito, para relajar los músculos de las vías respiratorias y mejorar la respiración.
Humidificación: Proporcione terapia con niebla fría o vapor para aflojar las secreciones y aliviar la irritación de las vías respiratorias.
Descongestionantes nasales: Si hay congestión nasal, use descongestionantes según lo prescrito para mejorar el flujo de aire.
Control de infecciones: Implementar medidas adecuadas de higiene y control de infecciones para prevenir la propagación de infecciones.
Seguimiento cercano: Evalúe periódicamente el estado respiratorio, la saturación de oxígeno y los signos vitales del cliente para garantizar una respiración eficaz y la detección temprana de complicaciones.