¿Cómo afecta la artritis reumatoide (AR) a los hombros?

La artritis reumatoide (AR), una enfermedad inflamatoria crónica, puede afectar muchas articulaciones diferentes, incluidos los hombros. Estas son las formas en que la AR comúnmente afecta los hombros:

1. Dolor y rigidez en las articulaciones: Uno de los síntomas principales de la AR es el dolor y la rigidez en las articulaciones. Las articulaciones de los hombros pueden verse gravemente afectadas, lo que provoca molestias al levantar los brazos, estirar los brazos por encima de la cabeza o realizar actividades diarias que impliquen los hombros.

2. Inflamación e hinchazón: La inflamación causada por la AR también puede afectar los tejidos que rodean la articulación del hombro, provocando hinchazón. Esto puede causar más dolor y restricción de movimientos.

3. Rango de movimiento reducido: A medida que avanzan el dolor y la inflamación, la amplitud de movimiento de la articulación del hombro puede verse limitada. Movimientos simples como peinarse, vestirse o alcanzar la espalda pueden resultar desafiantes debido a la rigidez y la incomodidad.

4. Daño y deformidad de las articulaciones: La inflamación crónica puede causar daño a los cartílagos, ligamentos y huesos de la articulación del hombro. Con el tiempo, este daño puede provocar deformidades, como una postura encorvada o dislocación del hombro.

5. Bursitis del hombro: La AR también puede provocar bursitis, que es una inflamación de la bolsa, un saco lleno de líquido que ayuda a reducir la fricción entre la articulación del hombro y los tejidos circundantes. La bursitis del hombro puede aumentar el dolor y la discapacidad.

6. Tendinitis del manguito rotador: La inflamación y el daño de la AR también pueden afectar los tendones del manguito rotador, que son responsables de estabilizar la articulación del hombro. La tendinitis del manguito rotador puede provocar dolor, debilidad y dificultad para mover el hombro.

7. Inestabilidad: En casos graves de AR, el daño articular puede provocar inestabilidad de la articulación del hombro, haciéndola más propensa a sufrir una dislocación o subluxación (dislocación parcial).

8. Osteoartritis secundaria: Con el tiempo, el daño causado por la AR puede conducir al desarrollo de osteoartritis secundaria, una enfermedad degenerativa de las articulaciones que provoca una mayor pérdida de cartílago y daño óseo en el hombro.

Es esencial que las personas con AR reciban atención y tratamiento médico adecuados, incluida fisioterapia, medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y, a veces, cirugía, para controlar los síntomas del hombro y prevenir o minimizar el daño a las articulaciones.