¿Cómo se diagnostican las asitis?

La ascitis se refiere a la acumulación anormal de líquido en la cavidad peritoneal, que es el espacio dentro del abdomen. Así es como normalmente se diagnostica la ascitis:

1. Examen físico:

- El médico podrá realizar un examen físico de su abdomen para detectar signos de acumulación de líquido. Al presionar el abdomen, pueden notar abultamiento o sensación de plenitud.

- También pueden realizar una prueba de percusión, en la que dan golpecitos en el abdomen para evaluar la presencia de líquido. Si hay ascitis, es posible que se escuche un sonido sordo al golpear el área llena de líquido.

2. Estudios de Imagenología:

- Ultrasonido:un ultrasonido utiliza ondas sonoras para crear imágenes en tiempo real de su abdomen. Puede detectar la presencia de líquido libre en la cavidad peritoneal y medir su profundidad.

- Tomografía computarizada (TC):una tomografía computarizada utiliza rayos X para generar imágenes transversales del abdomen. Puede ayudar a visualizar la ascitis y cualquier anomalía asociada en los órganos abdominales.

3. Paracentesis:

- En algunos casos, el médico puede recomendar un procedimiento llamado paracentesis. Esto implica insertar una aguja delgada en el abdomen para extraer una muestra del líquido peritoneal. Luego se puede analizar el líquido para determinar sus características, como el color, la claridad y los niveles de proteínas, lo que puede ayudar a diagnosticar la causa subyacente de la ascitis.

4. Pruebas de laboratorio:

- Análisis de sangre:se pueden realizar varios análisis de sangre para detectar afecciones asociadas con la ascitis, como enfermedades hepáticas, renales o infecciones.

- Análisis de fluidos:El líquido peritoneal obtenido mediante paracentesis se puede analizar para determinar sus niveles de proteínas y albúmina, recuento celular y presencia de infección o inflamación.

Al combinar el examen físico, los estudios de imágenes, la paracentesis y las pruebas de laboratorio, los médicos pueden diagnosticar con precisión la ascitis e identificar su causa subyacente. Esta información orienta el tratamiento y manejo adecuados de la afección.