Las esponjas no tienen sistema esquelético. Están sostenidos por una red flexible de fibras esponjosas y colágeno. Esta red se llama mesohilo. El mesohilo está formado por una sustancia gelatinosa que contiene espículas, que son pequeñas estructuras en forma de agujas hechas de carbonato de calcio o sílice. Las espículas ayudan a sostener la esponja y protegerla de los depredadores.