Cómo se desarrolla la enfermedad ocular tiroidea
1. Respuesta autoinmune:
- En personas con predisposición genética, determinados factores, como el estrés, las infecciones o los cambios hormonales, pueden desencadenar una respuesta autoinmune.
- El sistema inmunológico ataca por error los tejidos detrás de los ojos, incluidos los músculos que controlan el movimiento ocular y los tejidos grasos que rodean la cuenca del ojo.
2. Inflamación:
- El ataque autoinmune provoca inflamación en los músculos del ojo y los tejidos circundantes.
- Esta inflamación provoca hinchazón, aumento del flujo sanguíneo y acumulación de líquido y grasa detrás de los ojos.
3. Afectación muscular:
- Los músculos oculares inflamados se agrandan y engrosan.
- Este agrandamiento muscular puede afectar el movimiento ocular, provocando síntomas como visión doble, ojos saltones (proptosis) y dificultad para cerrar los párpados.
4. Proptosis (ojos saltones):
- La acumulación de líquido y grasa detrás de los ojos, combinada con el agrandamiento de los músculos oculares, empuja los ojos hacia adelante, provocando que se abulten.
- Esta proptosis puede ser leve o grave y puede tener un impacto significativo en la apariencia de una persona.
5. Cambios en los párpados:
- La inflamación puede afectar los músculos responsables del movimiento del párpado, provocando retracción del párpado (el párpado superior se levanta más de lo normal), caída del párpado (ptosis) o dificultad para parpadear.
- Estos cambios en los párpados pueden contribuir a la sequedad ocular, la irritación y la exposición de la córnea, lo que puede provocar síntomas adicionales y posibles problemas de visión.
6. Influencia de la hormona tiroidea:
- El desequilibrio de la hormona tiroidea asociado con la enfermedad de Graves también puede influir en el desarrollo y la gravedad de la enfermedad ocular tiroidea.
- Los niveles elevados de hormona tiroidea pueden acelerar el proceso inflamatorio y empeorar los síntomas oculares.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas con enfermedad de Graves desarrollan una enfermedad ocular tiroidea y la gravedad de los síntomas oculares puede variar mucho de una persona a otra. El manejo adecuado de la enfermedad de Graves y los niveles de hormona tiroidea, junto con tratamientos especializados para la enfermedad ocular de la tiroides, son cruciales para controlar la afección y minimizar el impacto en la salud ocular y la visión.