¿Qué es el virus de la inmunodeficiencia adquirida?

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es una afección crónica y potencialmente mortal causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH interfiere con el sistema inmunológico del cuerpo, destruyendo y deteriorando la función de las células inmunes llamadas células T CD4+. A medida que disminuye la cantidad de células T CD4+ (también conocidas como células T colaboradoras) en el cuerpo, las personas con infección por VIH se vuelven más susceptibles a infecciones y ciertos cánceres.

El VIH se transmite principalmente a través de:

1. Relaciones sexuales sin protección:El VIH se puede transmitir a través del contacto sexual con una persona infectada mediante sexo vaginal, anal u oral sin protección.

2. Sangre y fluidos corporales infectados:compartir agujas u otros equipos de inyección que estén contaminados con sangre infectada por el VIH, así como la exposición a sangre, semen, fluidos vaginales, fluidos rectales o leche materna de una persona infectada, puede provocar la transmisión del VIH. .

3. Transmisión de madre a hijo:el VIH puede transmitirse de una madre infectada a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. Esto se conoce como transmisión perinatal.

Es importante tener en cuenta que el VIH no se transmite mediante contacto casual, como dar la mano, compartir utensilios, toser o estornudar.

A medida que el SIDA avanza, puede provocar enfermedades graves que ponen en peligro la vida llamadas infecciones oportunistas y ciertos tipos de cánceres, conocidos colectivamente como afecciones que definen el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (condiciones que definen el SIDA). Las infecciones oportunistas comunes incluyen:

- Neumonía por Pneumocystis jirovecii (PCP)

- Complejo Mycobacterium avium (MAC)

- meningitis criptocócica

- sarcoma de Kaposi

- Toxoplasmosis

Gracias a los avances en la medicina y a la eficaz terapia antirretroviral combinada (TAR), la infección por VIH ahora puede tratarse como una enfermedad crónica con tratamiento continuo. El TAR ayuda a retardar la progresión del VIH, disminuir la carga del virus en el cuerpo y prevenir el desarrollo de infecciones oportunistas y algunos tipos de cáncer.