¿Por qué es más difícil producir una vacuna para virus que mutan?

Producir vacunas para virus que mutan rápidamente, como los virus de la influenza, es más desafiante debido a dos razones principales:

Deriva antigénica:Los virus de la influenza son bien conocidos por su capacidad de sufrir una deriva antigénica. Con el tiempo, se producen cambios sutiles en las proteínas de superficie (hemaglutinina y neuraminidasa) del virus, que el sistema inmunológico reconoce. En consecuencia, las vacunas desarrolladas a partir de cepas anteriores pueden volverse menos efectivas, ya que la respuesta inmune provocada podría no ser capaz de neutralizar eficazmente las nuevas variantes ligeramente alteradas.

Diversidad genética:Los virus de la influenza también exhiben una amplia diversidad genética debido a su recombinación. El material genético de diferentes cepas virales puede sufrir recombinación, lo que podría dar lugar a formas del virus drásticamente diferentes a las previstas, lo que dificulta el desarrollo de vacunas. Estas nuevas cepas pueden exhibir características distintas en términos de transmisibilidad, infectividad y antigenicidad.

Tanto la deriva antigénica como el reordenamiento genético complican el proceso de producción de vacunas, lo que requiere una vigilancia continua, una selección cuidadosa de las cepas y actualizaciones periódicas de las vacunas para garantizar una protección óptima contra las cepas que circulan actualmente.