En el campo médico, especialmente en el seguimiento del flujo sanguíneo, no se utilizan tintas rojas y azules. En cambio, los profesionales de la salud utilizan tintes o agentes de contraste específicos que son visibles mediante técnicas de imágenes médicas como la angiografía o la venografía. Estos tintes se seleccionan cuidadosamente para que sean compatibles con el cuerpo humano y proporcionen una visualización clara de los vasos sanguíneos y los patrones de flujo sanguíneo.