¿Cuándo no se debe insertar una sonda nasogástrica?

Hay varios casos en los que no se recomienda o contraindica la inserción de una sonda nasogástrica (NG). Es importante que los profesionales de la salud evalúen exhaustivamente la condición del paciente y consideren factores específicos antes de proceder con la inserción de la sonda nasogástrica. Estas son algunas situaciones en las que generalmente se debe evitar la inserción de una sonda nasogástrica:

1. Traumatismo facial o nasal severo: Si el paciente ha sufrido un traumatismo facial o nasal importante, la inserción de una sonda nasogástrica puede causar más daño a los tejidos y estructuras de la zona. En tales casos, se deben considerar medios alternativos de apoyo nutricional.

2. Obstrucción esofágica: Si se sospecha o se diagnostica una obstrucción esofágica, insertar una sonda nasogástrica puede ser peligroso. Es posible que el tubo no atraviese la obstrucción y podría causar perforación o complicaciones adicionales.

3. Sangrado gastrointestinal activo: En casos de hemorragia gastrointestinal activa, particularmente hemorragia gastrointestinal superior, la inserción de una sonda nasogástrica puede empeorar la hemorragia e introducir riesgos adicionales.

4. Cirugía oral o nasal reciente: Si el paciente se ha sometido recientemente a una cirugía oral o nasal, la inserción de una sonda nasogástrica puede interferir con el sitio quirúrgico y causar molestias o complicaciones.

5. Náuseas o vómitos severos: Si el paciente experimenta náuseas o vómitos intensos, puede que no sea seguro insertar una sonda nasogástrica. Estos reflejos pueden aumentar el riesgo de aspiración y otras complicaciones.

6. Deterioro neurológico grave: Los pacientes con deterioro neurológico grave, incluida una disminución de la conciencia o un estado mental alterado, pueden no tolerar la inserción de una sonda nasogástrica y pueden tener dificultades para manejar la sonda de manera segura.

7. Coagulopatías o trastornos hemorrágicos: En personas con coagulopatías o trastornos hemorrágicos conocidos, la inserción de una sonda nasogástrica puede aumentar el riesgo de hemorragia y complicaciones.

8. Fractura basal del cráneo: Si se sospecha o confirma una fractura de la base del cráneo, la inserción de una sonda nasogástrica a través de la nariz podría causar complicaciones intracraneales y debe evitarse.

Es importante tener en cuenta que estas son consideraciones generales y que la decisión de insertar o no una sonda nasogástrica debe tomarse caso por caso, teniendo en cuenta la condición, los riesgos y los beneficios individuales del paciente. Los profesionales de la salud deben ejercer su criterio clínico y consultar las pautas y protocolos pertinentes al tomar decisiones relacionadas con la inserción de la sonda nasogástrica.