¿Puede una infección en el diente trasladarse a otras áreas de la boca?

Sí. En algunos casos, una infección dental puede extenderse a otras áreas de la boca si no se trata de manera oportuna o adecuada. Aquí hay algunos escenarios en los que una infección en el diente puede trasladarse a otras áreas:

1. Propagarse hasta la mandíbula:una infección dental puede extenderse más allá de la raíz del diente y afectar la mandíbula circundante. Esto se conoce como osteomielitis de la mandíbula. Se caracteriza por dolor intenso, hinchazón y dificultad para abrir la boca. Si no se trata, la infección puede extenderse más y causar daños importantes a la mandíbula.

2. Propagarse a las encías:si la infección no está contenida dentro del diente, puede extenderse a las encías y provocar periodontitis o enfermedad de las encías. La periodontitis se caracteriza por inflamación de las encías, sangrado y recesión. Si no se trata, puede dañar el tejido de las encías y el hueso subyacente, lo que podría provocar la pérdida de dientes.

3. Propagarse a los dientes cercanos:en algunos casos, una infección dental puede propagarse a los dientes vecinos, especialmente si están muy cerca. Esto puede ocurrir a través de pequeños canales en la mandíbula o a través de las cámaras pulpares de los dientes. Los dientes infectados pueden presentar síntomas similares, que incluyen dolor, hinchazón y sensibilidad.

4. Propagación al torrente sanguíneo:en casos raros, una infección dental grave puede provocar la propagación de bacterias al torrente sanguíneo, lo que provoca una afección conocida como bacteriemia o sepsis. Esta es una complicación grave que requiere atención médica inmediata. Los síntomas de la bacteriemia pueden incluir fiebre, escalofríos, debilidad y confusión.

Para prevenir la propagación de la infección, es esencial buscar tratamiento dental de inmediato si experimenta dolor persistente en los dientes, hinchazón u otros síntomas de una infección dental. Su dentista evaluará la situación, realizará los tratamientos necesarios (como terapia de conducto o extracción) y le recetará medicamentos (por ejemplo, antibióticos) para controlar la infección y prevenir su propagación.