El nutriente esencial que ayuda a prevenir el raquitismo y que se conoce más comúnmente como vitamina D es el colecalciferol. Es una vitamina liposoluble que se produce en la piel cuando se expone a la luz solar y también se encuentra en ciertos alimentos como el pescado graso, la leche fortificada y los huevos. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo, que son esenciales para el crecimiento y mantenimiento de los huesos. La deficiencia de vitamina D puede provocar raquitismo en los niños, una afección que provoca huesos blandos y débiles.