El peso promedio de un niño de cuatro años es de entre 35 y 40 libras (16 a 18 kilogramos). Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada niño es diferente y algunos pueden estar fuera de este rango sin dejar de estar perfectamente sanos. Los factores que pueden afectar el peso de un niño incluyen la genética, la altura, el nivel de actividad y la dieta. Si tiene alguna inquietud sobre el peso de su hijo, lo mejor es hablar con su médico.