¿Por qué los bebés y los niños pequeños corren un mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos?
1. Sistema inmunológico inmaduro: Los bebés y los niños pequeños tienen un sistema inmunológico menos desarrollado en comparación con los adultos. Esto los hace más susceptibles a infecciones y enfermedades, incluidas las causadas por patógenos transmitidos por los alimentos.
2. Explorar y llevarse las cosas a la boca: Los bebés y los niños pequeños son curiosos por naturaleza y exploran su entorno llevándose cosas a la boca. Este comportamiento aumenta la posibilidad de ingerir bacterias, virus u otros contaminantes dañinos que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos.
3. Contacto frecuente de manos a boca: Los bebés y los niños pequeños a menudo se tocan la cara, la boca y los juguetes, lo que puede transferir gérmenes y bacterias a la boca. Si estas superficies están contaminadas con patógenos transmitidos por los alimentos, puede provocar una infección.
4. Prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos: Es posible que los cuidadores y los padres no siempre sigan las técnicas adecuadas de manipulación y preparación de alimentos, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos en los niños pequeños. Por ejemplo, no lavarse las manos antes de manipular alimentos, utilizar los mismos utensilios para alimentos crudos y cocidos y almacenar o cocinar de forma inadecuada los alimentos pueden contribuir al crecimiento y la propagación de bacterias.
5. Opciones limitadas de alimentos: Los bebés y los niños pequeños suelen tener una dieta más limitada en comparación con los adultos. Es posible que consuman una gama más reducida de alimentos, lo que los hace más vulnerables a enfermedades transmitidas por alimentos si esos alimentos específicos están contaminados.
6. Consumo frecuente de alimentos de alto riesgo: Es más probable que algunos alimentos transmitan o fomenten el crecimiento de patógenos transmitidos por los alimentos. Los bebés y los niños pequeños pueden tener más probabilidades de consumir estos alimentos, como leche no pasteurizada, carne o huevos poco cocidos o productos crudos que quizás no hayan sido lavados o manipulados adecuadamente.
Al comprender estos factores de riesgo y tomar medidas preventivas, como lavarse las manos adecuadamente, practicar prácticas seguras de manipulación de alimentos y evitar los alimentos de alto riesgo, los cuidadores pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos en bebés y niños pequeños.