¿Qué es la inclusión en la asistencia social?

La inclusión en la atención social se refiere a la práctica de garantizar que todas las personas tengan igualdad de oportunidades para acceder y beneficiarse de los servicios de atención social, independientemente de sus antecedentes, identidad o circunstancias. Implica reconocer y abordar activamente las barreras que pueden impedir que ciertos grupos o individuos participen plenamente y se beneficien de los servicios de atención social, y crear intencionalmente entornos y prácticas que promuevan la igualdad, la diversidad y la justicia social.

Al promover la inclusión, la atención social tiene como objetivo:

Equidad y justicia: Inclusión se esfuerza por garantizar que todas las personas reciban un trato justo y equitativo y acceso a los servicios de atención social, independientemente de sus características personales o estatus social.

Diversidad: La atención social promueve la aceptación, apreciación y valoración de la diversidad en todas sus formas, incluidos factores como el origen étnico, la raza, el género, la orientación sexual, la discapacidad, la edad y el origen socioeconómico.

Accesibilidad: Para garantizar una inclusión genuina, los proveedores de atención social hacen que sus servicios sean accesibles para todas las personas eliminando las barreras físicas, culturales, lingüísticas y de actitud que podrían obstaculizar su participación.

Empoderamiento: Las prácticas de atención social inclusivas empoderan a las personas al involucrarlas en procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas y fomentan su participación activa en el diseño, prestación y evaluación de servicios.

Participación: Los sistemas de atención social dan prioridad a la promoción de entornos en los que todas las personas se sientan valoradas, escuchadas e incluidas en los debates y actividades que dan forma a la prestación de servicios.