¿Cuáles son los efectos de tomar medicamentos contra la ansiedad y alcohol juntos?
Aumento de la sedación:tanto el alcohol como los ansiolíticos, como las benzodiazepinas (por ejemplo, Xanax, Valium) o los barbitúricos (que rara vez se usan en la actualidad), tienen propiedades sedantes. Cuando se toman juntos, pueden mejorar significativamente los efectos sedantes, provocando somnolencia excesiva, problemas de coordinación y un tiempo de reacción más lento.
Depresión respiratoria:el alcohol y los ansiolíticos pueden suprimir la actividad del sistema nervioso central, incluidos los centros respiratorios del cerebro. Este efecto combinado puede provocar una respiración lenta o superficial, lo que puede ser peligroso y potencialmente mortal.
Juicio deteriorado:El alcohol y los ansiolíticos pueden afectar las funciones cognitivas, incluido el juicio y la toma de decisiones. Combinarlos puede perjudicar aún más estas habilidades, aumentando el riesgo de comportamiento impulsivo y mala toma de decisiones.
Mayor riesgo de accidentes:la combinación de alcohol y ansiolíticos puede afectar significativamente la coordinación, el tiempo de reacción y el juicio. Esto puede aumentar significativamente el riesgo de accidentes, como caídas, lesiones o accidentes automovilísticos.
Desmayos:Mezclar alcohol y medicamentos contra la ansiedad puede provocar apagones, en los que una persona experimenta una pérdida total de la memoria y no es consciente de sus acciones. Esto puede tener consecuencias graves, incluida la participación en comportamientos riesgosos o peligrosos sin recordar los hechos.
Intoxicación mejorada:los medicamentos contra la ansiedad pueden afectar la forma en que se metaboliza el alcohol en el cuerpo, lo que provoca una sensación de intoxicación aumentada y prolongada. Esto puede durar más que si el alcohol o el medicamento se consumieran por separado.
Interacciones con medicamentos:algunos medicamentos contra la ansiedad, en particular ciertas benzodiazepinas, pueden interactuar con el alcohol, intensificando sus efectos sedantes y de deterioro cognitivo. Estas interacciones medicamentosas pueden aumentar en gran medida los riesgos asociados con la combinación de las dos sustancias.
Es fundamental tener en cuenta que los efectos específicos pueden variar según el individuo, la dosis de alcohol y medicamentos involucrados y otros factores como el peso, la edad y la salud general. Por lo tanto, las personas que toman ansiolíticos siempre deben consultar con su proveedor de atención médica sobre posibles interacciones entre medicamentos y cualquier precaución que deban tomar con respecto al consumo de alcohol.
En general, se recomienda encarecidamente evitar la combinación de ansiolíticos y alcohol. Si está tomando medicamentos contra la ansiedad, consulte con su médico acerca de pautas e instrucciones específicas para el uso seguro de los medicamentos, incluida cualquier restricción en el consumo de alcohol.