Salud mental ¿Es hora de hacerse un chequeo?
Mal humor o tristeza persistente durante un período prolongado que interfiere con las actividades y relaciones diarias.
Sentimientos de desesperanza, inutilidad o culpa extrema.
Cambios significativos en los patrones de sueño, como insomnio o sueño excesivo.
Un marcado aumento de la ansiedad o el nerviosismo difícil de controlar o desproporcionado con la situación.
Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones que afecten el trabajo o la vida personal.
Pérdida de interés o disfrute en actividades que alguna vez fueron placenteras.
Preocupación o miedo excesivo que perturba la vida diaria.
Aumento de la irritabilidad, la ira o el comportamiento agresivo.
Cambios en los patrones de alimentación, como pérdida o aumento de peso significativo.
Pensamientos recurrentes de autolesión o suicidio.
Si experimentas varios de estos síntomas durante un período prolongado, se recomienda consultar a un profesional de la salud mental para una evaluación exhaustiva y apoyo personalizado. Buscar ayuda es un paso proactivo para mejorar su bienestar y mantener la salud mental.