Si bien algunas personas pueden experimentar síntomas de ansiedad después de consumir ciertos alimentos, la idea de que alimentos específicos puedan causar directamente ataques de pánico o trastornos de pánico carece de evidencia científica convincente. La intolerancia alimentaria y las alergias pueden provocar otras sensaciones similares a la ansiedad o problemas físicos no relacionados con los ataques de pánico. Si alguien cree que ciertos alimentos pueden influir en sus síntomas de pánico, lo mejor es consultar a un profesional de la salud o a un dietista registrado, ya que las razones pueden ser complejas y únicas para cada individuo.