No hay una respuesta definitiva a esto, ya que el momento óptimo para inducir el parto depende de una serie de factores, incluida la salud de la madre, la salud del bebé y las políticas del hospital. Algunos médicos pueden recomendar inducir el parto 41 semanas después de la fecha prevista, mientras que otros pueden esperar hasta las 42 semanas. Si el embarazo ha progresado de forma anormal, el médico puede recomendar inducir el parto incluso antes.