¿Pueden los 'impuestos a los refrescos' mejorar nuestra salud?
Introducción
Las bebidas azucaradas, como los refrescos, se han relacionado con varios efectos adversos para la salud, como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Como resultado, muchos expertos en salud pública han pedido que se aumenten los impuestos a las bebidas azucaradas como una forma de frenar el consumo y mejorar la salud en general.
Evidencia de impuestos a los refrescos
Existe cierta evidencia que sugiere que los impuestos a los refrescos pueden ser eficaces para reducir el consumo de bebidas azucaradas. Un estudio del American Journal of Public Health encontró que un impuesto de 1 centavo por onza sobre las bebidas azucaradas en Berkeley, California, provocó una disminución del 20% en las ventas de estas bebidas. Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard encontró que un impuesto del 10% a las bebidas azucaradas en México provocó una disminución del 12% en el consumo.
Además de reducir el consumo, los impuestos a los refrescos también pueden ser eficaces para mejorar los resultados de salud. Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades encontró que la incidencia de obesidad entre los niños en Filadelfia disminuyó en 2,7 puntos porcentuales después de que se implementó un impuesto de 1,5 centavos por onza sobre las bebidas azucaradas. Un estudio realizado por la Universidad de California, Berkeley, encontró que el riesgo de diabetes tipo 2 entre los adultos de Berkeley disminuyó en un 14% después de que se implementó un impuesto de 1 centavo por onza sobre las bebidas azucaradas.
Argumentos en contra de los impuestos a los refrescos
También hay algunos argumentos en contra de los impuestos a los refrescos. Algunos economistas sostienen que estos impuestos son regresivos, lo que significa que cargan desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos. Otros argumentan que los impuestos a los refrescos son ineficaces porque no abordan las causas subyacentes de la obesidad y la diabetes tipo 2. Otros más argumentan que los impuestos a los refrescos infringen la libertad de elección personal.
Conclusión
La evidencia sobre los impuestos a los refrescos es contradictoria. Algunos estudios sugieren que estos impuestos pueden ser eficaces para reducir el consumo y mejorar los resultados de salud, mientras que otros estudios no encuentran ningún efecto o incluso consecuencias negativas. Se necesita más investigación para determinar el verdadero impacto de los impuestos a los refrescos en la salud.
En última instancia, la decisión de implementar o no un impuesto a las gaseosas es compleja y debe sopesar los posibles beneficios y riesgos.