¿Por qué los fumadores suelen quedarse sin aliento?

Fumar daña los pulmones, que son responsables de absorber oxígeno y expulsar dióxido de carbono. Fumar provoca inflamación y cicatrización del tejido pulmonar, lo que lo hace menos elástico y más difícil para los pulmones expandirse y contraerse. Este daño puede provocar dificultad para respirar, incluso con un esfuerzo leve.

Además, fumar también daña los pequeños sacos de aire de los pulmones llamados alvéolos, que son responsables de transferir oxígeno de los pulmones al torrente sanguíneo. Este daño puede reducir aún más la cantidad de oxígeno que llega al torrente sanguíneo, provocando dificultad para respirar.

Por último, fumar también puede dañar los cilios, que son pequeños pelos de los pulmones que ayudan a eliminar la mucosidad y otras partículas. Cuando los cilios se dañan, se permite que se acumule mucosidad en los pulmones, lo que puede empeorar aún más la dificultad para respirar.