Ninguna evidencia científica respalda la afirmación de que fumar reduce el tamaño de los senos. El tamaño de los senos está determinado principalmente por la genética, las hormonas y la composición corporal general. Sin embargo, fumar plantea numerosos riesgos para la salud e impacta negativamente en varios aspectos de la apariencia física, incluida la salud y la elasticidad de la piel.