¿Qué es la hernia posterior?
A continuación se muestran algunos ejemplos de hernias posteriores:
1. Hernia de disco intervertebral: Este es el tipo más común de hernia posterior. Ocurre cuando el centro blando y gelatinoso de un disco intervertebral sobresale a través de un desgarro en la resistente capa exterior (anillo fibroso) del disco. El material de la hernia discal puede presionar los nervios cercanos y provocar dolor, entumecimiento o debilidad en el área afectada.
2. Hernia de hiato: Una hernia de hiato ocurre cuando la parte superior del estómago sobresale a través de una abertura en el diafragma, que es el músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. La protuberancia puede provocar acidez de estómago, reflujo ácido y otros síntomas gastrointestinales.
3. Hernia inguinal: Las hernias inguinales son protuberancias que se producen en el área de la ingle cuando una parte del intestino sobresale a través de un punto débil en la pared abdominal inferior. Son más comunes en hombres que en mujeres.
4. Hernia femoral: Una hernia femoral es una protrusión del contenido abdominal a través de un punto débil en el pliegue de la ingle cerca del muslo. Las hernias femorales son menos comunes que las inguinales y ocurren con más frecuencia en mujeres.
5. Hernia diafragmática: Este tipo de hernia ocurre cuando un órgano abdominal, como parte del estómago o los intestinos, empuja a través de una abertura (hiato) en el diafragma hacia la cavidad torácica. Las hernias diafragmáticas pueden ser congénitas (presentes al nacer) o adquiridas más adelante en la vida debido a un traumatismo, lesión o debilidad del diafragma.
6. Hernia diafragmática congénita (CDH): La CDH es un defecto congénito en el que el diafragma no se forma por completo, lo que permite que los órganos abdominales asciendan hacia la cavidad torácica. Esto puede provocar problemas respiratorios y otras complicaciones en los recién nacidos.
Las hernias posteriores pueden variar en gravedad y pueden variar desde protuberancias leves que pueden no causar ningún síntoma hasta casos más graves que requieren tratamiento médico o intervención quirúrgica para prevenir complicaciones y mejorar los síntomas. El diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado de las hernias posteriores son esenciales para garantizar resultados óptimos y prevenir complicaciones adicionales.