Si la rodilla se daña debido a una lesión, ¿dónde se producirá la mayor parte del daño?
En caso de lesiones de rodilla, la zona más comúnmente afectada es el ligamento cruzado anterior (LCA). El LCA es una banda fuerte de tejido que corre diagonalmente a través de la articulación de la rodilla, proporcionando estabilidad y evitando el movimiento excesivo hacia adelante de la tibia en relación con el fémur. Las lesiones del ligamento cruzado anterior suelen ser el resultado de cambios repentinos de dirección o movimientos de giro, y son particularmente comunes en deportes que involucran este tipo de maniobras, como el baloncesto, el fútbol y el esquí.
Otras estructuras que pueden dañarse en las lesiones de rodilla incluyen el ligamento colateral medial (MCL), el ligamento colateral lateral (LCL), el menisco y el cartílago articular. El MCL está ubicado en el interior de la rodilla y evita que la articulación se doble hacia adentro, mientras que el LCL está ubicado en el exterior de la rodilla y evita que se doble hacia afuera. El menisco es una pieza de cartílago en forma de C que actúa como un cojín entre el fémur y la tibia y puede romperse debido a movimientos repentinos de torsión o giro. El cartílago articular es una capa lisa que cubre los extremos de los huesos de la articulación de la rodilla y puede dañarse debido a un traumatismo, uso excesivo o afecciones degenerativas como la osteoartritis.
Por lo tanto, si bien pueden ocurrir lesiones en varias estructuras de la rodilla, el ligamento cruzado anterior suele ser la parte más comúnmente afectada, especialmente en lesiones relacionadas con el deporte.