Los efectos secundarios de la falta de dopamina

La dopamina es un neurotransmisor esencial. Al igual que otros neurotransmisores, es responsable de transmitir señales eléctricas desde el cerebro a otras partes del cuerpo. La Universidad de Texas dice que “la dopamina afecta los procesos cerebrales que controlan el movimiento, la respuesta emocional y la capacidad de experimentar placer y dolor”. Cuando hay una falta de dopamina, ya sea debido a un trastorno o a un fármaco, se producen problemas con las funciones asociadas.

Enfermedad de Parkinson

Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) dicen que las células del cerebro que producen dopamina, principalmente en la sustancia negra, se destruyen en el caso de la enfermedad de Parkinson. Sin estas células, la dopamina no se puede producir, lo que resulta en una falta completa de dopamina. Los pacientes de Parkinson tienen problemas musculares porque la dopamina ya no envía mensajes entre el cerebro y los músculos. Los síntomas incluyen bradicinesia (movimiento lento), temblores, dolor y movimientos rígidos.

Problemas del sueño

Science Daily informa que los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke encontraron que la falta de dopamina en los ratones provoca trastornos del sueño. Los investigadores diseñaron ratones genéticamente para tener menos células productoras de dopamina para imitar la enfermedad de Parkinson. Aunque descubrieron que los síntomas musculares de la enfermedad de Parkinson aparecían cuando del 60 al 70 por ciento de las células productoras de dopamina estaban dañadas, los problemas para dormir comenzaron cuando había menos células de dopamina disfuncionales. Al rastrear la actividad del cerebro, los investigadores encontraron que los ratones no podían dormir ni soñar, y estaban rígidos e inmóviles.

Antagonistas de la dopamina

Ciertas drogas pueden causar una disminución de la dopamina en el cerebro. La Universidad de Texas dice que los antagonistas de la dopamina evitan que la dopamina se una a sus receptores. Si la dopamina no puede unirse a los receptores, el cerebro utiliza menos. Los antagonistas de la dopamina se usan para tratar trastornos como la esquizofrenia, en los que el cerebro produce demasiada dopamina. Sin embargo, si un paciente toma demasiado de un antagonista de la dopamina, la caída significativa de la dopamina puede dar lugar a síntomas similares a los del Parkinson. Sin embargo, los antagonistas de la dopamina disminuyen temporalmente el nivel de dopamina. La dopamina volverá a su nivel anterior si se descontinúan los antagonistas.