Suplementos para Hashimotos y Pérdida de Peso

Zaps tu energía, afecta tu estado de ánimo y causa un aumento de peso que es difícil de perder. La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmune que ataca la tiroides, lo que lleva a una reducción en la producción de hormonas tiroideas y es la causa más común de hipotiroidismo. Sus hormonas tiroideas regulan su metabolismo, y cuando los niveles son bajos, la capacidad de su cuerpo para quemar calorías disminuye, lo que lleva al aumento de peso. Una dieta saludable que incluya alimentos ricos en vitamina D, selenio y vitamina B-12 puede ayudarlo a controlar mejor la enfermedad, mejorar la función tiroidea y lograr la pérdida de peso. Consulte a su médico acerca de su necesidad de suplementos.

Dieta para Hashimoto

La pérdida de peso es difícil, pero no imposible, para las personas con enfermedad de Hashimoto. Una vez que su médico pueda controlar sus niveles hormonales con la medicación y el plan de salud adecuados, puede comenzar a concentrarse en su dieta para perder peso, dice la dietista Clara Schneider. Una dieta saludable para la enfermedad de Hashimoto es rica en alimentos integrales como frutas, verduras, frijoles, carnes magras como el pollo y alimentos ricos en omega-3 como el salmón. Al mismo tiempo, es bajo en alimentos con grasa y azúcar agregados y en comida rápida. Además de las opciones de alimentos, también necesita controlar las calorías para promover la pérdida de peso. Su médico puede ayudarlo a determinar sus necesidades calóricas. En general, la mayoría de las mujeres pueden perder peso de manera segura limitando la ingesta a 1.200 calorías y 1.500 calorías al día, y los hombres y las mujeres activas a 1.500 calorías y 1.800 calorías al día.

Vitamina D y deficiencia

Vitamina D La deficiencia y la enfermedad de Hashimoto tienen una conexión, según un estudio de 2013 publicado en "Endocrine Practice". Los investigadores del estudio sugirieron que la deficiencia puede estar relacionada con la causa o la progresión de la enfermedad, pero se necesitan más estudios. Su cuerpo puede fabricar vitamina D a través de la exposición al sol, lo que le ayuda a satisfacer algunas de sus necesidades. Pero también es importante que obtenga cantidades adecuadas de vitamina D de los alimentos que consume. Buenas fuentes incluyen leche fortificada sin grasa o jugo de naranja, salmón, atún enlatado, huevos y cereales fortificados para el desayuno. Los adultos necesitan de 600 a 800 unidades internacionales de vitamina D al día para gozar de buena salud. Es posible que deba considerar los suplementos de vitamina D si es deficiente, de acuerdo con la dietista Cheryl Harris.

Selenio para la salud de la tiroides

El selenio se encuentra en altas concentraciones en la glándula tiroides y es necesario para la producción de hormonas tiroideas. Se ha sugerido que la suplementación con selenio puede ayudar a reducir la necesidad de medicamentos en personas con Hashimoto y también puede mejorar el estado de ánimo y la salud. Según un artículo de revisión de 2014 publicado en el "European Thyroid Journal", sin embargo, no hay pruebas suficientes para afirmar si la suplementación con selenio es beneficiosa o no, y se necesita más investigación. Los adultos necesitan 55 microgramos de selenio al día, e incluir alimentos como las nueces de Brasil, el atún aleta amarilla, el pavo, el arroz integral y los huevos en su dieta pueden ayudarlo a satisfacer sus necesidades.

Need for Vitamin B-12

La deficiencia de vitamina B-12 es común en personas con la enfermedad de Hashimoto, según un artículo de 2012 publicado en "Today's Dietitian". Ayuda a la formación de glóbulos rojos y es necesario para la función neurológica. La malabsorción, la anemia perniciosa, una afección causada por la falta de factor intrínseco, que es necesaria para la absorción de la vitamina B-12, y la ingesta deficiente son las causas más comunes de una deficiencia de vitamina B-12. Si se sospecha una malabsorción, puede ser necesaria una suplementación. Los adultos necesitan 2,4 microgramos de vitamina B-12 al día. Buenas fuentes de alimentos incluyen cereales fortificados para el desayuno, salmón, huevos y leche.