Características de los leucocitos
Los leucocitos, o glóbulos blancos, son vitales para la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones y promover la curación. Hay cinco tipos de leucocitos, cada uno con distintas morfologías y funciones. Según Gary Thibodeau, PhD, y Kevin Patton, PhD, autores de "El cuerpo humano en la salud y la enfermedad", los niveles anormales de leucocitos pueden indicar problemas de salud graves.
Citoplasma granular vs. no granular
Los cinco Los tipos de leucocitos se dividen en dos categorías: granulocitos y no granulocitos. Neutrófilos, eosinófilos y basófilos son granulocitos. Estos contienen gránulos visibles en su citoplasma cuando se tiñen y se observan al microscopio. Los no granulocitos incluyen linfocitos y monocitos. Estos leucocitos no muestran gránulos en su citoplasma.
Núcleos único versus multilobulado
Thibodeau y Patton explican que los granulocitos tienen núcleos multilobulados. La configuración de estos lóbulos varía con el tipo de granulocito. Los neutrófilos se describen como que tienen hasta tres o más lóbulos. Los eosinófilos y basófilos típicamente tienen dos lóbulos en cada núcleo. Los agranulocitos son de un solo lóbulo. Los linfocitos típicamente tienen un solo núcleo grande y redondo. Los núcleos de monocitos son de un solo lóbulo y tienen forma de riñón.
Fagocitosis vs. Producción de Anticuerpos
La fagocitosis y la producción de anticuerpos son dos métodos por los cuales los leucocitos ayudan al sistema inmunológico a combatir agentes infecciosos y otros cuerpos extraños. La fagocitosis es un proceso en el que un leucocito envuelve y digiere microorganismos, agentes irritantes o células cancerosas que amenazan el cuerpo. Los neutrófilos son particularmente adeptos a la fagocitosis de pequeños microorganismos. Thibodeau y Patton explican que los eosinófilos atacan y digieren grandes invasores, como los gusanos parásitos y los protozoos. Los monocitos utilizan la fagocitosis para ingerir residuos celulares y células cancerosas.
La producción de anticuerpos es otra función de los leucocitos. Este proceso es vital para hacer frente a la amenaza de infecciones repetidas. Los anticuerpos son producidos por los linfocitos en respuesta a la presencia de un invasor extraño, conocido como antígeno. La exposición posterior al antígeno provocará la liberación de anticuerpos que se unen al antígeno, matándolo o haciéndolo vulnerable a la fagocitosis.
Diferenciación entre linfoides y mieloides
Todas las células sanguíneas se originan como células madre conocidas como hemocitoblastos. Más allá de esta etapa inicial, el hemocitoblasto puede diferenciarse en un granulocito o un nongranulocito dependiendo de si se origina en tejido linfoide o mieloide, explica Cheryl Davis, PhD, del Centro de Biología y Biotecnología de la Universidad de Western Kentucky. Los glóbulos blancos que se forman en las glándulas linfáticas se diferencian de las células madre en linfocitos o monocitos. Aquellos que se forman en la médula ósea, o tejido mieloide, se convierten en neutrófilos, eosinófilos o basófilos.