Berrinches de 2 años y temperamento

El pisotear, patear, morder, rascar, pellizcar, gritar y lanzar son características de la rabieta de un niño de dos años. Los niños pequeños son propensos a los arrebatos incontrolables a esta edad, por lo que su niño pequeño no está actuando deliberadamente para hacerla enojar. Afortunadamente, hay varios pasos que puede tomar durante las rabietas para calmar a su hijo y minimizar los futuros arrebatos.

It's Just Frustrated

El cerebro de un niño aún se está desarrollando, por lo que no pueden controlar los impulsos, que da como resultado un ataque de ira por acontecimientos menores. Los niños de dos años principalmente tienen rabietas debido a la frustración. Los niños pequeños tienen un vocabulario limitado y el vocabulario que sí saben no siempre es fácil de entender, lo que puede aumentar la frustración. Además, los niños pequeños siempre están probando sus límites a medida que aprenden sobre el mundo que los rodea, por lo que se enojan cuando se imponen restricciones a sus acciones y curiosidades. Su niño también puede estar expresando hambre, sed y aburrimiento a través de una rabieta, pero estas son solo algunas de las posibles causas de una rabieta. Los berrinches son la única forma que tiene su hijo de dos años de lidiar con los impulsos emocionales.

Cuando viene la tormenta

Los berrinches vienen con un niño de dos años, por lo que ninguna cantidad de castigo detendrá una rabieta. De hecho, si grita o muestra ira, es probable que el berrinche empeore. No importa lo mal que se ponga la escena, nunca puede rendirse a las demandas de su hijo. Ignore la rabieta tanto como sea posible, pero si se intensifica, saque a su hijo de la situación que está causando su frustración. Espere a que su hijo se calme, pero si esto no sucede, lleve a su hijo a casa. Un tiempo de espera a veces puede ayudar a su hijo a calmarse, pero también puede intentar levantarlo y abrazarlo para que se relaje. Una vez que termine la rabieta, hable con su niño sobre lo que sucedió.

Pise suavemente

No grite, amenace ni se aleje de su niño pequeño durante una rabieta. No importa cuán frustrado se sienta con la rabieta de su niño, nunca recurra a golpear. Salir de la habitación puede hacer que su niño se sienta abandonado y empeorar su arrebato emocional. Las emociones abrumadoras que vienen con una rabieta pueden asustar a su niño, por lo que es importante que sepa que usted está allí para él durante la prueba. Evite los factores que causan rabietas, como acercarse al pasillo de juguetes de una tienda o hacer recados cuando su niño pequeño tiene hambre o está cansado.

Cosas a considerar

Déle opciones a su hijo tan a menudo como sea posible y elogie elecciones Deje que su niño pequeño elija el tipo de verdura que quiere para la cena o elija la camisa que quiere usar para la guardería e intente aliviar la cantidad de veces que dice no al elegir sus batallas. Los niños pequeños deben tener una gran cantidad de emociones, desde muy felices hasta enfurecidas, pero si su niño pequeño suele tener rabietas la mayor parte del tiempo o está persistentemente triste, consulte a su pediatra ya que puede haber un problema subyacente.