Los efectos del ácido muriático
El ácido muriático, más comúnmente conocido como ácido clorhídrico, es una solución de cloruro de hidrógeno venenosa y altamente corrosiva que se usa ampliamente en entornos industriales, por ejemplo, produce cloruros, colorantes y fertilizantes, galvanoplastia, limpieza de metales y textiles. y las industrias fotográficas. De incoloro a ligeramente amarillo en apariencia, el ácido muriático se puede identificar por su olor irritante y penetrante. Se experimentan efectos nocivos a través de varias rutas de exposición al ácido muriático, que incluyen inhalación, ingestión y contacto con la piel o los ojos. Ingerir o inhalar ácido muriático puede ser fatal.
Ingestión
La exposición oral aguda al ácido muriático a través de la ingestión causa quemaduras graves en la boca, las membranas mucosas, el esófago y el estómago. Los síntomas que pueden experimentarse varían desde dolor en la boca, garganta, tórax y abdomen hasta dificultad para respirar debido a la hinchazón de la garganta, babeo, fiebre, vómitos de sangre y una rápida caída de la presión arterial. Si la persona que ingirió una solución de ácido muriático está consciente, proporcione grandes cantidades de leche o agua para diluir la solución. No induzca el vomito. Busque atención médica de urgencia.
Inhalación
La exposición por inhalación a corto plazo al ácido muriático causa irritación e inflamación ocular, nasal y del tracto respiratorio, así como edema pulmonar. La exposición breve puede ser letal. Los síntomas que se muestran después de la exposición al ácido muriático incluyen un tinte azulado en los labios y las uñas, opresión en el pecho, falta de aire al respirar, tos, asfixia, vértigo, pulso rápido, presión arterial baja y debilidad. Mueva a una persona afectada por la inhalación de ácido muriático a aire fresco de una vez. Manténgalos calientes y realice RCP si la respiración se detiene. Busque atención médica de urgencia.
Exposición a los ojos y la piel
El contacto con la piel y los ojos con ácido muriático produce quemaduras graves, ulceración y cicatrización. La gravedad de las quemaduras depende directamente de la resistencia de la solución. Las quemaduras graves pueden progresar a ulceraciones que conducen a cicatrices. El contacto prolongado con la piel causa dermatitis. El contacto con los ojos puede provocar disminución de la visión, cataratas o ceguera. Enjuague con agua las áreas afectadas de la piel o los ojos durante un mínimo de 15 minutos. No frote ni lave la piel. Si la ropa ha sido penetrada, quítela antes de enjuagar la piel con agua. Busque atención médica inmediata.
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