Ejercicios de respiración profunda para niños
Aunque un niño nace respirando profundamente con su barriga, el sitio web KidsRelaxation dice que generalmente se convertirá en un respirador para el pecho cuando tenga 6 años. La respiración con el tórax restringe la cantidad de oxígeno que ingresa al cuerpo. Por lo tanto, es importante enseñarle a un niño cómo respirar adecuadamente. Muchos ejercicios simples pueden ayudar a aumentar el suministro de oxígeno de un niño y fomentar la relajación.
Aislar partes del cuerpo
Según el sitio web de Educación Familiar, puede enseñarle a un niño a respirar profundamente a través del aislamiento de partes del cuerpo. Haga que su hijo se acueste en el suelo y dígale que apriete los dedos de los pies. Luego dile que relaje los dedos de los pies, respirando profundamente mientras lo hace. Luego, haga que apriete la rodilla y la parte superior de la pierna, luego relájese y respire profundamente. Dígale que continúe por el cuerpo, avanzando hacia el abdomen, brazos, manos, dedos, cara, etc. Recuérdele que respire profundamente cada vez que suelte un músculo.
Vela y flor
El sitio web KidsRelaxation recomienda La actividad "Flor y vela" para fomentar la respiración profunda. Este ejercicio permite que un niño se relaje con respiraciones profundas mientras usa su imaginación. Haga que su hijo empiece a hacer un puño con la mano izquierda, imaginando que está sosteniendo una flor. Dígale que también forme un puño con la mano derecha, fingiendo que está agarrando una vela. Dile que inhale profundamente mientras huele la flor. Anímelo a que realmente inhale el aroma de la flor y asegúrese de que la vela esté completamente apagada.
Visualice las respiraciones
Ayude a su hijo a imaginar cómo se ve cada respiración cuando la inhala. El sitio web de FamilyEducation dice que debe visualizar qué color es, el olor, el calor o la frialdad de este y el sonido. Haga que se imagine la respiración que va por su garganta, hacia los pulmones y el estómago.
Bubbles
Esta actividad fomenta la respiración profunda, permitiendo que el cuerpo de un niño se relaje. Haga que su hijo imagine todas sus preocupaciones. Explíquele que este ejercicio lo ayudará a soplar esas burbujas de preocupación para que pueda sentirse más relajado. Usando una botella de burbujas, dígale a su hijo que piense en cualquier cosa que le moleste. Dígale que imagine que sopla esa preocupación en la burbuja mientras sopla en la varita de la burbuja. Dígale que se imagine la preocupación en la burbuja mientras se aleja. Cuando aparezca, explíquele que su preocupación ha desaparecido y no puede molestarlo más. Haga que continúe haciendo burbujas hasta que esté relajado y tranquilo.
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