Trastornos de control de impulsos Síntomas infantiles
Los trastornos de control de impulsos son enfermedades mentales que pueden afectar a niños y adultos. Los síntomas a menudo son alarmantes para los padres, quienes podrían interpretar los síntomas como una mala conducta grave y retrasar la búsqueda de tratamiento. Los niños con trastornos del control de impulsos no tratados corren el riesgo de ser encarcelados u hospitalizados por períodos prolongados.
Componentes
Según el libro "Enfermería de salud mental psiquiátrica", los trastornos de control de impulsos tienen tres componentes. Los síntomas representan una falla en el control de un impulso que resulta en daño al niño u otras personas. En segundo lugar, el niño tiene un estímulo cada vez más fuerte antes de cometer el acto, como la tensión o la excitación sexual. Finalmente, el niño siente liberación, placer o gratificación sexual mientras actúa según el impulso.
Tipos
Los principales tipos de trastorno de control de impulso incluyen la cleptomanía, el trastorno explosivo intermitente, la piromanía, la tricotilomanía y el juego patológico. Cada uno de estos trastornos puede comenzar en la infancia o la adolescencia. La gravedad de los síntomas generalmente aumenta con el tiempo, independientemente del tipo.
Síntomas comunes
El niño puede robar artículos de miembros de la familia, amigos o tiendas. MayoClinic.com explica que la parafernalia robada podría no tener ningún uso o valor para el niño. Estos robos generalmente ocurren repetidamente hasta que se descubren los hechos y se trata al niño. Otro síntoma es la violencia repentina y explosiva contra otros o la propiedad de otros. El arranque con fuego es sintomático de un trastorno de control de impulsos. Un niño que comienza incendios puede mostrar una fascinación por ver cómo se queman las cosas. Él podría comenzar por provocar pequeños incendios en las hojas y escalar hasta casas y edificios. Tirar del cabello también es indicativo de un problema con el control de los impulsos. Esto usualmente involucra el pelo en la cabeza o las pestañas o cejas. El niño puede sufrir una importante pérdida de cabello. Los síntomas acompañantes incluyen golpes en la cabeza, rascarse la piel y morderse las uñas. Si bien es poco frecuente entre los niños, la necesidad patológica de apostar puede estar presente en un niño mayor que tiene la oportunidad de apostar con compañeros o adultos. Podría perder su asignación o juegos electrónicos para jugar o podría adquirir la propiedad de otros niños de esta manera.
Causas potenciales
Los trastornos de control de impulso pueden atribuirse a una de varias causas. La "Enfermería psiquiátrica de salud mental" describe traumas cerebrales, dinámicas familiares disfuncionales, retraso mental y un fuerte temor al abandono como posibles causas o factores predisponentes. Los niños con estos síntomas a menudo exhiben baja autoestima y habilidades sociales deficientes, aunque no se sabe que estas sean causas directas. A menudo, el niño ha sufrido una pérdida importante, como la pérdida de un padre a la muerte o el divorcio.
Tratamiento
El tratamiento para el trastorno de control de impulsos a menudo está dirigido a controlar los síntomas. Los tratamientos comunes incluyen medicamentos, terapia conductual cognitiva, que ayuda al niño a darse cuenta de sus sentimientos y aprender a sustituir comportamientos más apropiados, terapia de aversión, que le da un estímulo negativo cuando está tentado a cometer un acto dañino, y terapia de grupo, en la cual los niños con problemas similares discuten el desarrollo de mejores métodos para enfrentar el estrés.