Factores biológicos para la depresión

La depresión es un trastorno mental crónico que afecta todas las áreas de la vida de un individuo. Se caracteriza por una desesperación extrema, sentimientos de inutilidad, fatiga persistente y /o pensamientos suicidas. Aproximadamente el 10 por ciento de los adultos mayores de 18 años sufren de depresión en los Estados Unidos cada año, según el sitio web Healthy Place. Si bien se desconoce la causa exacta de la depresión, se ha sugerido que una combinación de factores biológicos y factores de estrés ambiental contribuyen a la aparición y progresión del trastorno.

Genética

La genética juega un papel importante en el desarrollo de la depresión. La depresión tiende a darse en familias, lo que sugiere que es en gran medida hereditaria. Una persona tiene una probabilidad de 1.5 a tres veces mayor de desarrollar la condición si tiene un pariente cercano con depresión que alguien que no tiene un vínculo familiar con ella, según el sitio web All About Depression. Si bien la depresión puede ser generacional para la mayoría de las familias, es posible desarrollar el trastorno incluso si no hay antecedentes familiares.

Estructura cerebral y química anormales

La estructura cerebral y química anormales contribuyen al desarrollo de depresión. El Instituto Nacional de Salud Mental afirma que la estructura cerebral de las personas con depresión parece variar ligeramente de las personas que no tienen el trastorno. Cuando una persona tiene depresión, las partes de su cerebro responsables de regular el estado de ánimo, el pensamiento, el sueño, el apetito y el comportamiento no funcionan normalmente. Las personas que sufren de depresión tienen un desequilibrio en los neurotransmisores, sustancias químicas que utilizan las células del cerebro para comunicarse, lo que impide que el cerebro funcione de manera efectiva.

Desequilibrios hormonales

Parece haber un vínculo entre la depresión y los desequilibrios hormonales. Las personas deprimidas parecen tener una cantidad excesiva de cortisol, una hormona que regula la respuesta del cuerpo al estrés, la ira y el miedo, según Psych Central. El nivel de cortisol de una persona sana alcanza su nivel máximo en la mañana, luego disminuye gradualmente a lo largo del día, mientras que el nivel de cortisol de una persona deprimida alcanza su nivel máximo en la mañana, pero permanece elevado durante el día y la noche, lo que resulta en un desequilibrio hormonal. Además, ciertas afecciones médicas pueden afectar el equilibrio hormonal de una persona y, por lo tanto, desencadenar la depresión. También se sabe que el hipotiroidismo, una condición en la cual la glándula tiroides no produce suficientes hormonas, causa depresión en algunas personas. , , ] ]