¿Cuáles son las ascitis que pueden desarrollarse en pacientes con cáncer de hígado?
Deterioro de la producción de albúmina:el hígado desempeña un papel crucial en la síntesis de albúmina, una proteína que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo. En el cáncer de hígado, la capacidad del hígado para producir albúmina puede verse comprometida, lo que provoca niveles bajos de albúmina. Esto puede hacer que el líquido se escape de los vasos sanguíneos hacia la cavidad peritoneal, lo que provoca ascitis.
Aumento de presión en la vena porta:la vena porta es un vaso sanguíneo que transporta sangre desde los intestinos y otros órganos abdominales hasta el hígado. En el cáncer de hígado, el crecimiento de tumores puede obstruir la vena porta, lo que provoca un aumento de la presión dentro de la vena. Esta afección, conocida como hipertensión portal, puede provocar que se acumule líquido en la cavidad peritoneal, lo que contribuye a la ascitis.
Cirrosis hepática:el cáncer de hígado avanzado puede provocar cirrosis hepática, una afección caracterizada por cicatrices y daño al hígado. La cirrosis en sí misma puede causar hipertensión portal y ascitis, independientemente de los tumores cancerosos.
Carcinomatosis peritoneal:en algunos casos, el cáncer de hígado puede extenderse al peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal. Esta afección, conocida como carcinomatosis peritoneal, puede causar irritación e inflamación del peritoneo, lo que lleva a la producción excesiva de líquido y al desarrollo de ascitis.
Es importante señalar que no todos los pacientes con cáncer de hígado desarrollarán ascitis. La aparición y gravedad de la ascitis dependen del estadio y la extensión del cáncer de hígado, así como de los factores individuales del paciente. No obstante, la ascitis puede ser una complicación importante del cáncer de hígado y puede afectar la calidad de vida del paciente, lo que requiere tratamiento médico para controlar la acumulación de líquido.