Qué hacer en caso de una recaída

1. Reconoce la recaída y no te castigues.

Todo el mundo comete errores y una recaída no es el fin del mundo. Es importante reconocer la recaída sin castigarte por ello. La autocrítica sólo empeorará las cosas. En lugar de ello, concéntrate en aprender de la experiencia y seguir adelante.

2. Vuelve a la normalidad lo antes posible.

Cuanto más espere para volver a la normalidad, más difícil será. Comprométete con la sobriedad hoy y comienza a tomar medidas para lograrlo. Esto puede implicar asistir a una reunión de un grupo de apoyo, hablar con un terapeuta o simplemente leer algún material inspirador.

3. Identifique los factores desencadenantes que llevaron a la recaída.

¿Qué estaba haciendo o sintiendo antes de recaer? Comprender sus factores desencadenantes puede ayudarle a evitarlos en el futuro. Por ejemplo, si sabe que el estrés desencadena su consumo de alcohol, puede desarrollar mecanismos de afrontamiento para afrontarlo de forma saludable.

4. Desarrolle un plan para prevenir futuras recaídas.

¿Qué cambios puedes hacer en tu vida para reducir el riesgo de recaída? Esto puede implicar realizar cambios en su círculo social, su entorno o su rutina diaria. Es importante ser realista acerca de lo que puede y no puede cambiar, y concentrarse en las cosas sobre las que tiene control.

5. Busque ayuda profesional si es necesario.

Si tiene dificultades para afrontar una recaída, no dude en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarlo a abordar los problemas subyacentes que llevaron a la recaída y desarrollar mecanismos de afrontamiento para evitar futuras recaídas.

Recuerde, una recaída no es el fin del mundo. Es una oportunidad para aprender de sus errores y retomar el camino hacia la sobriedad.