Los músculos del estómago son músculos involuntarios, lo que significa que no están bajo control consciente. Esto significa que no podemos contraer ni relajar conscientemente los músculos del estómago, sino que están controlados por el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso autónomo es responsable de regular muchas de las funciones involuntarias del cuerpo, como la digestión, la frecuencia cardíaca y la respiración.