En sección longitudinal, ¿en qué se diferencian las paredes de las aurículas y los ventrículos?

En una sección longitudinal, las paredes de las aurículas y los ventrículos del corazón presentan claras diferencias en su estructura:

1. Espesor :Las paredes ventriculares son generalmente más gruesas que las paredes auriculares. Esta diferencia de grosor se debe principalmente a la mayor carga de trabajo y demandas de presión que se imponen a los ventrículos durante su contracción para bombear sangre fuera del corazón.

2. Musculatura :Las fibras miocárdicas (fibras musculares) de las paredes ventriculares están dispuestas de forma más compleja y entretejida en comparación con las paredes auriculares. Esta intrincada disposición permite que los ventrículos generen contracciones más fuertes y coordinadas necesarias para una eyección eficiente de la sangre.

3. Músculos papilares y trabéculas carnosas :Las paredes ventriculares, particularmente en el ventrículo derecho, contienen crestas musculares prominentes llamadas trabéculas carnosas y proyecciones llamadas músculos papilares. Estas estructuras ayudan a prevenir el abultamiento hacia adentro (inflación) de las paredes ventriculares durante la contracción ventricular.

4. Cojines y válvulas endocárdicas :Las uniones auriculoventriculares, donde las aurículas se conectan con los ventrículos, están equipadas con estructuras especializadas conocidas como almohadillas endocárdicas. Durante el desarrollo embrionario, estos cojines contribuyen a la formación de válvulas cardíacas (válvulas mitral/bicúspide y tricúspide) que controlan el flujo de sangre entre las aurículas y los ventrículos.

5. Fibras de Purkinje :Las paredes ventriculares contienen células musculares cardíacas especializadas llamadas fibras de Purkinje. Estas fibras son responsables de conducir los impulsos eléctricos de forma rápida y precisa a través de los ventrículos, asegurando una contracción ventricular coordinada y eficiente.

En general, las diferencias estructurales entre las paredes auricular y ventricular reflejan sus respectivas funciones en el ciclo cardíaco. Las paredes ventriculares más gruesas y la compleja disposición del miocardio facilitan las poderosas contracciones necesarias para bombear sangre a la circulación.